Un tornado se forma cuando corrientes de aire cálido y húmedo chocan con corrientes de aire frío y seco, creando inestabilidad atmosférica. Esta interacción puede generar una tormenta intensa con vientos que comienzan a girar. Si las condiciones son adecuadas, el aire giratorio desciende hacia el suelo en forma de embudo, formando un tornado. Estos fenómenos pueden alcanzar velocidades de viento superiores a los 300 km/h y causar gran destrucción.

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *